Cuando se anhela experimentar fuera del rock, Cecilia Toussaint

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Cecilia Toussaint es una cantante que irrumpió en la escena del rock mexicano a finales de los años ochenta. Su canción Carretera, el primero que graba para CBS/México, consiguió que se convirtiera en una solista y en una fuerza del rock mexicano y, de paso, incrustarse en la memoria de toda una generación.

Ahora con más de 40 años de carrera (inició en 1977) aparece con su décimo segundo álbum Cromático, de nuevo ofrece rock pero con matices.

Cromático trabaja bajo el concepto del número siete. “Me gustaba la idea de que fueran siete colores, siete las notas musicales, siete las formas de acercarme. Por eso decidí ponerle Cromático” afirma la también actriz. De hecho, el EP se compone de siete tracks, donde se acompaña de la banda ¾, conformada por jóvenes (veinteañeros) como, Alfonso André, Jorge Chacón y Adrián Guevara, e igual invitados.  

Se entiende que a ella le gusta trabajar con jóvenes. Toussaint comprende que parte de su trabajo es, “abrir camino y apoyar a la gente que está iniciando en su carrera”. Puestas ya las credenciales, indaguemos la placa.

El disco abre con Hago, una canción de franqueza ante una relación. “No te veo y no te creo/ No te siento estar aquí/ Ya no veo tu deseo/ Y es por eso que te pido/ Que te vayas tu de mi”. Es una tonada funk rock. Su voz ya no tiene ese brillo de antes, sin embargo, su timbre y sus giros son tan particulares. La banda teje sin novedad y por ratos hasta resulta plano. Cuenta con el tecladista Vico Gutiérrez; el bajo y guitarra de Gabriel Bronfman que coescribió, y también en la guitarra Adrián Toussaint y el bajo de Cristian Salazar.

Aparece enseguida acústica, en estilo bossa nova, con la canción Venceré. Quizá es de las canciones más creativas del álbum, porque inicia de una forma, con coros, con cadencia pero que a los siguientes compases se convierte en una tonada rock apoyada por sintetizadores.

Hay un asomo de requinto (Juan Pérez) pero solo es eso, asomo. Por cierto, la canción cuenta una nueva historia para los que sobrevivan al mundo, en realidad tiene tono apocalíptico. “Del cielo, un astro se verá caer/ incendiará a las serpientes arrastrando el cascabel/Al grito del fugo los desafiará/ Como un volcán que en cien años ha guardado su poder”. 

Un tanto shuffle se escucha Casi, bien pop. Es una canción sobre lo reconfortante de encontrar alguien que ofrece seguridad incluso que ayuda a descifrar el universo. El coro, más ese sonido de sintetizador se asoman sin añadirle tanto color. En el bajo, aquí se escucha su hermano, el habilidoso Enrique Toussaint. Una canción atractiva y retro.  

Le continúan Fuelle e Insomnio, dos temas rocanroleros. Insomnio en particular quiere mostrar esa fuerza con guitarrazos a cargo de Adrián Toussaint y en el bajo, de nuevo, Enrique Toussaint. La guitarra evoca el sonido de Slash, pero sin llegar a serlo. Adrián es habilidoso, pero no tiene furia e igual no aporta mucho a la canción. En suma, uno se queda a la espera de que ocurra algo que no sucede.

Por último, está ¿Cómo que te vas? Es una canción de amor, triste, en tiempo lento, dentro de una atmósfera flotante. “¿Cómo que te vas? Si apenas vengo/ ¿Cómo que te deje? Si apenas voy/ ¿Cómo que no estás? Solo por ti voy/ Y entonces”. Aquí cuenta con el apoyo en los teclados de Agustín Ayala, la guitarra de Adrián Toussaint y el bajo de Enrique Toussaint. Una canción sorpresiva, melódica y vibrante.

Cromático no suena actual, empezando por ese sonido de batería, la programación de percusiones, y luego los arreglos, muchos de su hijo Julián André, como también del guitarrista Jorge Chacón. Hay que recordar que este es su disco exploratorio o en todo caso, experimental. Pero en los temas rock que incluye, no parece estar en ese terreno capital, y termina por caer en lugares comunes, lastrados por un mal sonido. Es cierto, el disco se alimenta de su enorme experiencia vital, sobre todo en las letras, pero al final uno concluye que se está frente a un disco anecdótico que busca invocar nuevos sonidos. 

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