Voltar el despertar del post-rock envenenado

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D A W N es un EP que salió sobre el final del 2019. El 10 de diciembre para ser exactos. Este compilado sería con el que Voltar patearía la puerta de par en par el mundo musical para darse a conocer pero con la llegada de la pandemia aquello se vino abajo. 

Sin embargo esta crisis mundial no impide que nosotros en EscuchaEsto nos acerquemos a este EP y a esta banda en particular, cuyo resultado reúne canciones viscerales, sinfónicas, emocionantes y complejas como solo el post-rock puede provocar.

La banda de salvadoreña se formó en el 2012 y está integrada por Gerson Chávez (bajo), Héctor Mejía (batería) y Diego Escobar, Héctor Guzmán y Victor Interiano en las guitarras. Un año después publicaron Black Mamba, un disco con mucho potencial a pesar de algunos fallos en el sonido y la grabación de los instrumentos. Mamba muestra un potencial equivalente a sentir los vientos antes de la llegada del huracán.

Esa tromba de post-rock llegaría con Ven el mundo arder (2017) en donde se percibe cuidado, oficio y hambre. Es imposible resistirse al hipnotismo del corte Ven el mundo arder y su escalada a un momentum explosivo o Jaguar que se mueve a un paso sereno distorsionado con pasajes reflexivos y nostálgicos. Otra de las sobresalientes es Cyborg que es ciencia ficción con ingredientes de rock industrial y saturado de guitarras lisérgicas. 

En Ver el mundo arder, Voltar incluye voces y parlamentos de películas con el fin de desenterrar imágenes de nuestro inconsciente para envolverlas con música alucinante dándole así otro significado retentivo, como en K.K.

DAWN es el epílogo de Ven el mundo arder (2017) donde lo que enfrentamos es el amanecer de un paisaje desolador luego de una larga noche de destrucción de proporciones apocalípticas.  

DAWN abre con Sunbeam una canción construida por medio de guitarras distorsionadas y ecos fantasmagóricos que se mueven de un lado a otro creando una atmósfera espacial distópica.

Sunbeam apela a una nostalgia de vidas que conviven alrededor del sol y se mueven como rayos en el vacío. La atmósfera estimulante de la canción abren la posibilidad a que nuestras mentes imaginen ese juego de encuentro y desplazamiento luminoso.

Si somos consecuentes con este delirio, la letra intenta reencontrar aquel amor que se desvaneció en aquella destrucción y es en este vacío solar, a manera de paraíso, donde es posible que brille su pureza.

Le sigue Skeletons una canción que en los primeros minutos crea mucha expectativa con pocos sonidos. Cada cambio de ritmo es una ventana a un complejo constructo sonoro. Al poco tiempo aquello explota en un post-rock caótico y decadente de cantos, ecos y “screamo”.

Dawn termina con la instrumental Voyager. Aquí la batería avanza a paso demoledor entre ondas de guitarras distorsionadas. 

Lo interesante de Voyager es que su narrativa nos transporta por un paraje oscuro y tenebroso incendiado por un metal visceral hacia un final donde el clímax es caer en un abismo.

No sabemos si estos tres discos Black Mamba (2013), Ven arder el mundo (2017) y Dawn (2019) es una trilogía porque lo parece.

Dawn es un EP potente con un concepto apocalíptico desolador. Cuesta entender cómo esta banda no es más grande aún, al menos en El Salvador no digamos en Centroamérica. Sin embargo, encontrar estas joyas musicales y bandas poco valoradas nos hace recuperar la fe en la música a pesar que, un género como Post-Rock, no sea apreciado en este pequeño istmo Centroamericano.

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