Las confidencias, el lirismo y el caos de Arca

| |

Arca, es una chica venezolana, radicada en Barcelona. Su verdadero nombre es Alejandra Ghersi (transgénero). Es productora, dj, cantante y compositora. Y lleva ya seis años en la industria. Ahora presenta su nuevo disco Kick i, el primero de cuatro, y donde entrega un suculento trabajo de avant-pop, electro-experimental, cantado en español e inglés. 

Este es quizá su disco más accesible que presenta Arca. Aunque siempre persisten esos tramos disonantes, chirriantes, tensos que combina con otros que resultan hipnóticos e inspirados. Eso permite comprender por qué estamos ante un disco no convencional y que no responde a categorías. Pero veamos. 

El disco abre con Nonbinary, un disco que cuestiona al otro. “Who do you think I am?/ It’s not who do you think you’re dealing with, no/ ‘Cause you’re not dealing with/ There’s no deal”. Acá habla, no rapea ni canta. Y al inicio de fondo un loop con sonido metálico, que después se transforma en una especie de mashup

El segundo ya es más comprensible. La canción se llama Time, que resulta insinuante sino es que provocadora en la que termina diciendo: “You know it is baby/ T-T-take this time tonight for yourself/ Take this time tonight for your self to unwind/ It’s time”. Hay pocos acordes en el sintetizador pero con un uso creativo de efectos y líneas expansivas que sirven de fondo a una voz con efecto pero expresiva. La melodía tiene su magia y su fuerza. 

Le continúa Mequetrefe, en español, en clave de reggaetón. Eso sí, no el clásico reggaetón, sino que acá con sonidos irreales incluso el boom bap que marcha primero normal, de repente gira a algo confuso, caótico y luego seguir como si nada ha pasado. Quizá en esa línea experimental, aunque más pronunciada esté Riquiquí

Vuelve a su postura más accesible con Calor. Esta una canción romántica con una estética electrónica nocturna, futurista y muy inspirada. Aquí Arca muestra su voz lírica quizá para mostrarse más confidente. Y es que la canción es una declaración de amor. En la estrofa final reconoce: “Eres el premio que más deseaba/ Eres el sueño que no me atrevía a tener/ Eres el premio que más deseaba/ Eres el dueño de todo mi ser”. 

En la misma línea va Afterwards, interpretada al español e inglés en compañía de la mismísima Björk con líneas poéticas tomadas de Antonio Machado. “Anoche cuando dormía/ Soñé, ¡bendita ilusión!/ Que una colmena tenía/ Dentro de mi corazón/ Y las doradas abejas/ Iban fabricando en él/ En él con las amarguras viejas/ Blanca cera y dulce miel”. Es música vaporosa y acariciante dentro de un paisaje futurista.  

En tanto la canción KLK al lado de la española Rosalía, va entre ese sonido mediterráneo y electro, aunque compleja, igual una voz irregular en forma de destellos. En este tema pienso si Arca no es ese tipo de artistas que se expresan con entera libertad y en forma descontrolada, pero al fin y al cabo lo que terminan haciendo es mostrar sus tormentos. Bueno, es una artista con opiniones encontradas. 

La otra composición es La Chiqui, en compañía de otra creativa música escocesa, Sophie (Xeon), que igual que Arcas es dj, cantante, compositora y productora. Es un tema bilingüe obsesivo con la palabra “Menéalo” y luego hace referencia a su novio y a su mejor amigo. Esta es una pieza totalmente experimental y disonante, con un juego vocal extraño. Contrasta con la bella Machote, que es como un grito interior de que necesita un hombre. “Quiero un machote, quiero uno ya/ Quiero un varón que me sepa tocar/ Quiero un tipo que me sepa amar/ Quiero un machote, quiero uno ya”. 

La música de Arca es música pop, es música avant garde, es ambos y no es nada. Navega entre mundos, lenguajes y géneros. Y uno se puede quedar pasmado de las sorpresas que ofrece, inquietantes como atractivas y sugerentes. El material al parecer descansa en la melancolía, en el amor y en la molestia.

Su voz es a veces lírica, abandonada, frágil, introspectiva por ratos, arropada por sintetizadores que no puede pasar indiferente. Y en efecto, esta es música en parte humana y en parte máquina, que bebe de fuentes contemporáneas, diversas y exploratorias con apuesta renovadora. 

Previous

Héroes del Silencio : A 25 años de Avalancha

La paleta de colores estilísticos de Diego Rosales

Next

Deja un comentario